Dos de los hermanos Santoro en libertad, pero con custodia policial

Dos de los tres hermanos verduleros detenidos hace un mes en el marco de la investigación de graves ilícitos cometidos en barrio Parque obtuvieron una medida de prisión domiciliaria. La resolución favoreció a Cristian y Federico Santoro pero no los desvincula de la pesquisa judicial. La disposición tiene un carácter fuertemente restrictivo: ambos hermanos no podrán moverse más allá de la casa que habitan y del comercio que atendían hasta ser detenidos, lugares ubicados a media cuadra uno del otro. Estarán bajo custodia policial en un estado de libertad sujeto a nuevos trámites de prueba en el mismo expediente.

El beneficio no incluye a Martín Santoro. El hermano mayor, de 33 años, admitió participación en delitos de robo, fue sorprendido con pertenencias de víctimas de al menos tres homicidios y aportó información que derivó en ulteriores allanamientos y detenciones. Por eso sigue preso en la alcaidía de la Unidad Regional II. Su situación objetiva es, en definitiva, muy distinta a la de sus hermanos menores.

Las imputaciones contra los dos hermanos liberados se mantienen. Cristian, de 25 años, está bajo investigación por los asesinatos de Susana García de Giménez y de Concepción Lavore, ambas vecinas del barrio. Federico, de 22, lo está sólo por el de Concepción Lavore. Los representantes legales de ambos sostienen que no hay prueba alguna que los implique en esos hechos ni evidencia secuestrada que los complique. Sin embargo, en el juzgado los mantienen en la mira por esos episodios.

Cristian y Federico viven en pasaje Coffin al 3000. Tienen un almacén y verdulería en el esquina de Coffin y Francia. Tienen la obligación de no exceder sus movimientos más allá de esa zona. Sus abogados alegaron que ambos son individuos solventes: tienen negocios y taxis y no están en situación de postergación material.

La disposición fue adoptada por la jueza de Instrucción Nº 5, María Luisa Pérez Vara. Obedece a un planteo de los defensores Raúl Superti y Rafael Tamous que reprocharon la medida de prisión señalando que no se puede mantener a personas preliminarmente detenidas para investigarlas sin prueba solvente. La magistrada entendió que, pese a que hay copiosa medida de prueba pendiente, el planteo no es desacertado. Por eso otorgó la morigeración de la prisión. El fiscal de la causa, Esteban Franichevich, manifestó su oposición inicial a la liberación de los dos hermanos Santoro.

El otro grupo. En tanto, ayer se amplió la declaración indagatoria contra uno de los tres detenidos en la causa a raíz de los señalamientos de Martín Santoro. Se trata de Claudio C., de 24 años, dueño de un almacén en Gutiérrez al 400. El joven fue indagado ayer por dos de los delitos investigados: robo de electrodomésticos a la firma Gafa y el asesinato de José Savini, en Zavalla, en mayo pasado. En ambos casos está sospechado de encubrimiento.

"Hemos pedido en dos ocasiones la libertad de mi cliente y eso se puede concretar en los próximos días. No hay ninguna prueba en contra de él", dijo Germán Mahieu, abogado de Claudio C. Este requerimiento puede resolverse durante la feria judicial. Por idéntica imputación fueron indagados ayer José M. y Matías M. Ambos fueron detenidos junto a Claudio C. apuntados por Martín Santoro (ver aparte).

También está pendiente de resolución un pedido de prisión domiciliaria para Natalia L., empleada de la verdulería de Riobamba y Francia. Hay aquí una extraña controversia: el informe del forense de Tribunales no pudo acreditar si Natalia está embarazada de seis meses por lo que en el juzgado esperan que remitan su historia clínica desde el sanatorio Julio Corzo, que es donde se atendía.

Camioneta

La empresa Cablehogar señaló que Matías M., uno de los detenidos en este caso, no pertenece al staff de la empresa. Una Renault Kangoo que se le secuestró no tiene inscripción de esa firma. El padre de M. había dicho que su hijo trabajaba para una firma tercerizada que hace instalaciones para dos empresas de cable.